24/1/11

El camino se bifurca.

Nuestra vida es una continua elección. Una tras otra, una tras otra...así, repitiendo el ciclo incansablemente. Cuando piensas que ya está todo solucionado, el camino se vuelve a dividir en dos y toca elegir de nuevo.
Si nos parasemos a pensar en todas las decisiones que debemos tomar nos asustaríamos.
Afortunadamente, algunas no pasan más allá de elegir si escribes con boli azul o negro. O si te pones una camiseta u otra. Tan insignificantes pueden ser que ni si quiera nos damos cuenta de que estamos eligiendo.
Sin embargo hay otras que nos consumen mucho más tiempo. Deseamos tenerlo todo, pero eso no puede ser. Por ello muchas veces tenemos que decir adiós, por mucho que nos duela.
Sí, casi siempre estamos obligados a elegir. Casi.
Y es que, a veces, surge la oportunidad y no tienes que elegir entre los dos caminos que te dan. Puedes coger un atajo, un camino alternativo, y disfrutar de todo a la vez.
Soy una inconformista. Me gustan los atajos. Pero, ¿qué le puedo yo hacer?

2 comentarios:

  1. Me encanta!! creo que tienes una forma de pensar muy parecida a la mía y si te pasas por mi blog te darás cuenta, además esto es un vicio. A mí me pasa de esto que no puedes más, que las cosas te sobrepasan, que parece que vas a estallar lo pones en tu blog y es como si un globo se desinflara como si toda esa presión, "presionara" un poco menos.
    Te seguiré, por cierto esta última entrada me viene al pelo!!
    un besito

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  2. Me alegro de que te guste!
    La verdad es que de lo que he leido de tu blog tambien me gusta mucho, y tambien me siento como si yo misma los hubiese escrito, porque me suelo sentir muy odentificada.
    Un beso!

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