30/12/11

Momento de hacer balance.

Supongo que siempre por estas fechas nos disponemos inevitablemente a hacer un balance del año. Por supuesto, yo también me he parado a pensar como ha sido, y la verdad es que me he sorprendido un poco a mí misma, porque a pesar de la tormenta que está cayendo ahí fuera siento que a nivel personal ha sido un buen año. Obviamente no ha sido perfecto, siempre hay cosas que mejorar, pero lo cierto es que no puedo quejarme.
En parte ha sido un año un poco extraño, lleno de dudas y miedos por tomar decisiones incorrectas, pero puedo estar contenta porque siento que después de todo he elegido bien. Siento que he tomado el rumbo correcto después de tantos quebraderos de cabeza.
Este ha sido un año de "despedidas", sí, entre comillas, porque sé que, como se suele decir, no ha sido un adiós, sino un hasta luego.
Por otro lado también he conocido a gente nueva, gente a la que de veras me alegro de haber conocido.
Y sobre todo, este año deja millones de momentos inolvidables, de esos que sabes siempre permanecerán en tu mente por mucho que pase el tiempo. Esos que siempre te arrancan una sonrisa nostálgica.
Supongo que si este año ha sido tan especial es en gran medida a todas esas personas que han contribuido en cada pequeño recuerdo de este 2011. Así que gracias.
Sin embargo no siento pena por decir adiós a este año, sino que me siento con fuerzas y con ganas de recibir al 2012. Si algo ha hecho el 2011 es llenarme de optimismo.
De modo que lo único que puedo pedir para el próximo año es que sea al menos como este...¡que no es poco!
FELIZ 2012.

4/12/11

¿No lo entiendo...o no lo quiero entender?

Yo y mi manía de dejar volar mi imaginación. Siempre igual. Pero ahora, de pronto, me pregunto si debería pararme los pies. ¿De qué sirve imaginar tantas cosas que nunca serán verdad?
Lo cierto es que en cierta medida ya me había acostumbrado a tropezar varias veces con esa piedra. De hecho, ya lo estaba haciendo de nuevo. Ya estaba dejando volar mi imaginación una vez más.
Pero de repente he pensado que no. Que es mejor que pare porque… ¿Por qué? No lo sé. Es como si de repente hubiese sentido miedo, como si hubiese sentido que todo aquello que imaginaba es mejor que no se cumpla.
Será que me ha entrado el pánico porque de pronto no entiendo lo que está pasando. O no quiero entenderlo.
No sé. Siento que ahora mismo no sé nada, de repente han aparecido demasiadas dudas… y me pregunto si me estoy engañando a mí misma con alguna de ellas.
Creo que solo puedo esperar. Así que dejo que mi mirada se pierda más allá del horizonte a través de mi ventana, dejando que las notas de música vayan colándose en mi mente e intenten poner en orden todas las preguntas que no dejan de rondar en mi cabeza.

13/11/11

Recuerdos para volver a soñar.

La mente es como un cajón, un cajón en el que vamos guardando de todo. Quizás un día buscando algo en él encuentras cualquier otra cosa que ya no recordabas haberla puesto ahí. Y así llega a ti ese recuerdo que ya parecía olvidado. Llega a ti de repente y sin permiso para hacerte sonreír o llorar, para hacerte sentir felicidad, nostalgia o tristeza...o incluso indiferencia. Los recuerdos son así de imprevisibles.
Pueden aparecer gracias a una foto, por una simple palabra, o por una canción. Esa canción que no dejabas de cantar. Esa canción con la cual las paredes de tu habitación te vieron soñar que entonabas sobre un escenario una y mil veces. Sí, era esa. Recuerdas como disimulabas si alguien abría la puerta. Conocías cada frase de su letra, cada palabra...y sin embargo ahora eres incapaz de recordarla. ¿Cómo era? Sí, ahora ya empieza a sonar la melodía en tu cabeza, nota tras nota. Y empiezas a recordarla entera después de tanto tiempo. No estaba olvidada, solo escondida. Pero ahora vuelve a surgir, porque tú dejas que surja.
Entonces te preguntas, ¿por qué dejaste de cantarla? ¿Por qué dejaste de soñar con ella? ¿Es que acaso es solo cosa de niños?
No, no puede ser, porque ahora sientes que lo necesitas de nuevo, que necesitas volver a soñar y no conformarte con lo que ya tienes. Necesitas volver a cantar en voz alta...e imaginar. Dejas que salga ese niño que aun llevas dentro, y que jamas debe irse.
Todo por un recuerdo, un "simple" recuerdo...Afortunadamente no cayó en el olvido y ahora la melodía vuelve a resonar en tu cabeza...y en tu garganta.

15/10/11

Rutina.

Decenas. Cientos. Miles. Nos cruzamos con miles de personas cada día. En todas partes: mientras andamos por la calle, en el tren, en el trabajo... Multitud de caras desconocidas que pasan a nuestro lado, que nos empujan, que nos rozan, que se disculpan. Multitud de personas que entran en nuestras vidas tan rápido como se van. Son como sombras que nos rodean, bultos que ocupan un asiento más en el metro o el autobús. Nada más.
Seguimos con nuestra vida, con nuestras prisas, siguiendo el mismo camino un día si y otro también. Ya ni miramos a nuestro alrededor. ¿Para qué? Ya sabemos cuando parar, donde cruzar, donde girar. Ya todo es automático. Ya lo hisciste ayer, y la semana pasada. Y volverás a hacerlo mañana. Y dentro de un mes seguirás pasando por las mismas calles, que te miraran en tu ajetreado caminar...sin embargo hace tiempo que tú ya no las miras a ellas.
Tú y tus pensamientos. El mundo exterior es algo aparte.
Sin embargo, cambiemos la perspectiva. ¿Cómo nos ven los demás? Seguramente seamos un bulto más, solo eso. Pero nosotros sabemos que somos mucho más que eso. Entonces...¿ellos también esconderán algo más?
Quién sabe qué. Cada uno con su vida, dejando flotar sus pensamientos mientras pasa el viaje hacia su destino.
Mira aquella pareja en el andén, apurando hasta el ultimo momento para subir al tren...y decirse adiós. Y esa joven...tiene un brillo especial en los ojos. Solo ella sabe el porqué de esa felicidad, el resto de la gente ni siquiera se ha dado cuenta de su sonrisa. ¿Y aquel hombre? Quien sabe...Que de vidas distintas, ajenas, desconocidas, que coinciden por un momento.
Sin embargo, cada uno va inverso en su propia rutina y no se para a reflexionar sobre la de los demás. ¿Y yo? ¿Por qué lo hago ahora? Lo cierto es que no lo sé. Quizás crea que así hago más ameno el día, o que  de este modo será distinto al de ayer. Menuda tontería.
De repente una mirada. Unos ojos azules se encuentran con los mios. No. No son azules, creo que son verdes. Si, estoy segura. Bueno, en realidad quien sabe, igual son solo imaginaciones mías. Quizás esa mirada inquieta y curiosa como la mía solo sea producto de mi imaginación. Pero me da igual...dejo que mi imaginación siga volando.
Imagino que nos volvemos a mirar. Y sonreimos por habernos descubierto mutuamente. Y entonces bajas del tren, y mis ojos te siguen a través de los cristales.
Y al día siguiente, al subir al vagón, me buscarás con la mirada, y fingirás no ver ningún otro sitio libre para sentarte frente a mi. Y más miradas.
Y cada día harás algo nuevo. El viaje ya no sera una obligación, sino el momento más esperado del día.
Quizás me esté volviendo loca, o que deje volar mi imaginación demasiado, pero siento que al menos mi rutina ha dejado de ser precisamente eso, rutina. Mis pensamientos no solo se han parado en mi, sino en otras vidas, las vidas de todos esos "bultos" que me rodean. Vidas que, seguramente, no tengan nada que ver con lo que han sido en mi mente.

12/10/11

Aislada...por un instante.

Las sábanas. Las suaves y cálidas sábanas que enredan y rodean tu cuerpo, que te arropan y te abrazan, que, en definitiva, te aislan del mundo. No sé por qué pero siento que podría quedarme así para siempre, sin pensar en nada más, solo en el tacto de las sábanas. Sin pensar en el frío que pueda sentir si me atrevo siquiera a asomar un dedo fuera de la cama.
Será que necesitamos aislarnos de vez en cuando para olvidarnos de las preocupaciones. Para no estar en constante alerta. Para sentirnos protegidos.
No. Ahora no quiero salir de este pequeño mundo que solo me pertenece a mí. Quiero dejar de pensar por un momento, abrazarme a mi almohada e imaginar que cuando vuelva al mundo real, todo sea diferente. Ni mejor ni peor, solo diferente. Pero de momento no...en este instante solamente tengo fuerzas para dejarme llevar. Mundo, te espero en otro momento...quizás.


12/7/11

Otros, hacen que ocurra...

Optimismo. No sé porqué pero me siento optimista.
Las vacaciones me estan dando tiempo para pensar un poco. Me he dado cuenta de que estaba cansada de ser una...hipocrita. Si, supongo que me guste o no esa es la palabra. Me sentia hipocrita porque siempre defenfia el luchar por lo que quieres, el hacer lo que verdaderamemte te gusta...pero, como se suele decir, no predicaba con el ejemplo.
Siempre he sido demasiado practica y puede que también un poco cobarde. Siempre me incline hacia lo que parecia más util o más sencillo. Pero ya no.
He decidido tomar las riendas de verdad. ¿Qué mejor momento que este, a punto de comenzar la universidad, un momento de toma de tantas decisiones?
Hace unos días lei esta frase: "Some people want it to happen, some wish it would happen, others make it happen" ("Algunas personas quieren que pase, algunas desean que pasase, otras hacen que pase"). Pues bien, yo quiero ser de las que hacen que las cosas pasen, no quiero limitarme a desearlo y esperar a que los demas actuen.
También me siento optimista porque me veo capaz de aforntar todo lo que venga. Normalmente somos reacios a los cambios, pero supongo que son necesarios.
Hasta ahora solo me habia detenido a pensar en lo que se acababa aqui. Pero, ¿qué pasa con lo que viene?
Por primera vez siento que es más fuerte el ansia de cambios que la nostalgia por el pasado. No digo que me de igual todo lo que ha sucedido, ni que vaya a pasar pagina como si nada. Simplemente siento que tengo unas enormes ganas de aires nuevos, de cosas desconocidas. Quizas sea lo que necesite despues de tanto tiempo de aparente quietud.
Así que venga lo que venga...¡aquí estoy!

14/5/11

¿Cuánto dura un hasta siempre?

Si, sé que hace mucho que no escribo, pero no ha sido por gusto. La razón ha sido el poco tiempo que deja este curso llamado 2º de bachillerato. Pero como ya pasó todo, aquí estoy.
Hace un tiempo estuve pensando en el poder de predicción de tenemos. Bueno, más bien en el poder que CREEMOS tener. Manejamos el tiempo a nuestro antojo. Estamos acostumbrados a prometer que algo será para siempre, o a hacer planes a largo plazo.
Pensamos que las cosas seguirán igual indefinidamente, pero paraos a pensar, ¿cuantas de las cosas han durado para siempre?
Vivimos inmersos en el futuro. Mientras hacemos planes, mientras hacemos promesas imposibles, mientras pensamos que hacer al acabar el instituto, o la carrera, o después de casarse y tener hijos...mientras perdemos el tiempo con el mañana no pensamos el AHORA.
Lennon dijo una vez que "la vida es lo que pasa mientras hacemos planes parea el futuro", y pienso que tiene toda la razón.
No, no somos dioses. No podremos mantener las cosas intactas eternamente. Todo cambia, y supongo que es mejor así. Por duro que parezca no podemos asegurar un "te querré siempre" o un "nunca cambiaré".
¿Cuánto tiempo es siempre? ¡Quién sabe! ¿Una semana, dos, un mes, tres años, toda una vida? Todo depende de nuestros repentinos e insospechados cambios.
Así que en vez de intentar cumplir cosas que quizás estén fuera de nuestro alcance, intentemos cumplir lo que si está en nuestra mano. Lo que nos ocurre aquí y ahora. Disfrutemos el momento, y ya disfrutaremos del mañana cuando llegue la ocasión.

23/3/11

¿Por qué no podemos tenerlo todo bajo control?

Ahora que parece que todo a mi alrededor son elecciones y más elecciones me pregunto cómo saber qué elegir.
Nos equivocamos tantas veces y nos arrepentimos continuamente de nuestras decisiones que, ¿cómo saber cuál es la opción correcta? En temas banales esto puede carecer de importancia, incluso puede que quepa la posibilidad de rectificar, pero cuando te planteas una cuestión verdaderamente importante la cosa cambia.
¿Quién nos dice que vayamos a hacerlo bien esta vez? Cuanto más pensamos en la importancia de la decisión, más temor nos ocasiona.
¿A quién no le da miedo equivocarse sabiendo que ese error puede condicionar toda tu vida? Supongo que a todo el mundo: necesitamos sentir que tenemos la situación bajo control. Pero tampoco podemos hacer nada por evitarlo. No tenemos una máquina del tiempo que nos transporte al futuro y nos haga ver las consecuencias de nuestros actos. De momento tendremos que seguir decidiendo a priori.
Lo único que podemos hacer es confiar en que elegiremos lo mejor. Y sí, puede que luego no sea así, pero siempre podemos pensar que si en un momento lo decidimos así es porque en ese instante nos pareció lo mejor, así que no nos culpemos.
Además, he deducido que vivimos a base de impulsos. Da igual lo seguros que estemos de algo, siempre podemos tener un impulso y cambiar de opinión. Supongo que ,al menos yo, soy muy dada a ello.
Así que tan solo podemos esperar que nuestros impulsos vayan por el buen camino, como cuando elegimos una carta en una baraja o intentamos ganar a "piedra, papel o tijera"...y respecto a eso lo único que se puede hacer es...¡desear SUERTE! ;)

8/3/11

En silencio...como siempre.

Ella estaba cansada de aparentar. Estaba cansada de responder "Nada" cuando le preguntaban qué ocurría. Estaba cansada de continuar. Estaba cansada de aparentar normalidad.
Era un día cualquiera, pero no para ella. Aquel día ya no se sentía con fuerzas, pero solo ella lo sabía.
Como siempre, sus labios habían dibujado una sonrisa...pero nadie se fijo en que sus ojos no los acompañaban. Ayudó sin dudar cuando pudo...aunque en realidad no tenía fuerzas. Abrazó...cuando deseaba que la abrazasen a ella. Escuchó...cuando era ella quien necesitaba ser escuchada.

Permaneció en silencio...aunque se moría de ganas por gritar. Como siempre.

2/3/11

Cantar bajo la...ducha.

Sí, cantar en la ducha. ¿Nadie se ha preguntado por qué cantamos en la ducha? No sé, podríamos cantar al peinarnos, o al hacer la cama...Pero, ¿por qué la ducha?
Probablemente sea la pregunta más tonta que alguien se haya hecho, pero me parece curioso.
Creo que simplemente es porque estamos aislados. Sí, estamos en nuestro mundo, al margen de la realidad. Solo escuchamos el ruido del agua al caer, sentimos lo caliente o lo fría que está...pero de la ducha hacia fuera no nos enteramos de nada.
Será que eso nos hace ser nosotros mismos, sin tener que aparentar delante de nada ni nadie. Nos sentimos a gusto y hacemos lo que nos apetece. Sí, cantas mal, ¿y qué?, al fin y al cabo nadie te oye, solamente tú.
O eso es lo que creemos. Somos como los niños, que se tapan los ojos y piensan que no les ve nadie. Nosotros pensamos que al no escuchar nada el resto tampoco te escucha. Qué ingenuos somos, pero que bonito ser así. Es volver a la niñez por un momento.
Sí, es exactamente eso. Vuelves a ser un niño: estás en tu propio mundo, no te avergüenzas de nada, haces lo que realmente sientes, se te olvidan las preocupaciones...en definitiva: eres feliz.
Lo incomprensible es, ¿por qué solo durante unos minutos? ¿Por qué nos da vergüenza cantar fuera de la ducha, cuando en realidad has oído a tu vecino desafinar bajo el agua tanto como tú? ¿Por qué no nos atrevemos?
¿Por qué nos da miedo sentir y ser felices?

26/2/11

¿Fuertes o débiles?



Hay tanta gente a nuestro alrededor que parece ser tan fuerte...Están ahí, al pie del cañón pase lo que pase. Parece que pueden hacer frente a todo y siempre te animan a tirar hacia delante, quitándole hierro al asunto. Para ellas parece que todo es muy sencillo, que no les afecta nada...
Pero ellas también son personas, también sienten y sufren. Ellas también tropiezan y se caen, aunque parezca que no sea tan a menudo.
Por ello hay que estar pendiente, al igual que han hecho ellas antes, para que cuando caigan, tenderles la mano y ayudarles a levantarse. Porque a ellas también les gusta sentirse arropadas y queridas. ¿A quién no le gusta que le devuelvan la sonrisa?
Y es que ni el débil es tan débil como siempre se piensa, ni el fuerte siempre es tan fuerte.

20/2/11

¿Por qué me fallo a mí misma?

Siempre igual. Una vez, y otra, y otra más. De nuevo lo mismo. Estoy cansada de saber que puedo lograrlo, cansada de esforzarme para, al final, ver que no es así. Me prometo mil cosas. Me prometo que mejoraré. Me prometo no ser tan callada. Me prometo no volver a fallar... Me prometo tantas cosas...y sin embargo cumplo tan pocas...
Al parecer soy incapaz de cumplir mis propias promesas. O quizás sea simplemente que me prometo cosas imposibles para mí. Que no me conozco lo suficiente y siempre tengo demasiadas esperanzas de mejorar. Quizás siempre seré la misma tonta. Quizás. Quién sabe.
Parece ser que no soy aquella que creía ser. Siempre pensé que podía con todo, que podría comerme el mundo si quería, pero ahora veo que es el mundo el que me come a mí. Me engulle de un solo bocado, sin darme la oportunidad de defenderme. Sí, será eso, puede que sea demasiado inútil. Demasiado. Tanto que no tengo nunca ni el valor de tirar la toalla. ¿Valentía o estupidez? Siempre pensé en lo primero...pero empiezo a dudar. Puede que todo sea una simple fachada para intentar engañarme a mí misma y no sentirme tan decepcionada.
Quizás deba bajar mis altas expectativas. Quizás no deba apuntar al cielo, sino simplemente al techo de un rascacielos. O incluso algo menor.
Sí, no será lo mismo, pero al menos la caída es menor y el golpe dolerá menos.


13/2/11

Punto...¿y a parte?

Hace poco un amigo me dijo algo que me hizo reflexionar: "Todos no echamos de menos, no hay nadie que no sea indispensable". Parecía una tontería, pero de pronto me di cuenta de la gran verdad que contenía aquella frase.
Nunca me había parado a pensar lo mucho que aportan a nuestra vida todas y cada una de las personas que nos rodean. Y digo TODAS porque es así. Hasta aquella persona con la que no acabas de congeniar, o esa otra a la que no encuentras más que defectos, incluso aquella 'metomentodo' que parece disfrutar haciéndote la vida imposible. Hasta ellas nos aportan algo. Sin ellas nuestras vidas no serían igual. No digo que fuesen mejores ni peores, solo que serían diferentes.
Así que supongo que sí, que hasta a esas personas echaríamos de menos en caso de que no estuviesen con nosotros.
La cuestión es ¿por qué me doy cuenta justo ahora y no antes? Será por este año de despedidas, de fin de etapas, de decir adiós. Será precisamente por ello que he tomado conciencia de que, después de todo, ya hemos reservado un rinconcito en nosotros para todos aquellos que nos rodean, incluso para esas personas de las que he hablado. Y cuando llegue el fin y halla que decir adiós, sentiremos como parte de ese rinconcito queda vacío.
Sólo queda la esperanza de que, como se suele decir, no sea un adiós, sino un hasta luego.

5/2/11

No sé por qué, pero me hace sentir bien...

Hoy ha sido un día un poco extraño...y a la vez especial. Hoy tocaba subirse encima del escenario y mostrar eso por lo que hemos estado trabajando todos estos meses.
Digo que ha sido extraño porque nadie apostaba por que saliese bien. Es más, no ha sido perfecto, pero pese a todo ha sido especial, como siempre.
Creí que todo el esfuerzo iba a ser tirado por la borda, pero me he sorprendido una vez más viendo que no ha sido así. Porque he subido a ese lugar tan especial llamado escenario y he dejado atrás las preocupaciones por cómo iba a salir. Sólo he querido disfrutar. Aprovechar esos minutos en los que dejo de ser yo para convertirme en alguien totalmente distinto. Dejar todo abajo: las preocupaciones, la rutina...TODO, y pensar sólo en lo que hago en ese momento. Y ver las caras de la gente, mirando ese mundo que entre todos estáis creando, y ver que gracias a ti ellos también han dejado de lado sus vidas y preocupaciones por unos instantes para dedicarse a disfrutar. Y, al final, ver como te lo agradecen con algo tan sencillo y a la vez con tanto significado y que te llena tanto: un aplauso. Quizás por eso me gusta el teatro. Porque me deja ser alguien distinto, conocer otros "yo", dejar el mundo a un lado y, sobre todo, hacer que los demás lo dejen conmigo.
Será por eso que salga como salga siempre disfruto actuando y, siempre, cuando bajo del escenario y vuelvo al mundo real, lo hago con cierta nostalgia, por un lado porque ya ha pasado el momento, y por otro porque sé que algo de mí se queda allí, con ese personaje al que digo adiós.
Por ello, gracias a todos por todos estos meses, de ensayos, risas, desesperaciones...Porque solamente todos juntos lo podíamos conseguir. Ya sólo queda esperar a la próxima...para disfrutar una vez más.

28/1/11

Poder perder el tiempo.

Me gusta tirarme encima de mi cama sin preocuparme de nada más. Me gusta encerrarme en mi habitación, poner al máximo la música y dedicarme a bailar sin que nadie me vea. Me gusta tumbarme en el sofá con la única preocupación de enfrentarme a un bol de palomitas. Me gusta ver la típica película romántica en la que todo acaba bien, aunque ya sepa como terminará. Me gusta sentarme y mirar fotos. Me gusta poder perder el tiempo. Me gusta pararme un momento a leer, a meterme en la historia de un libro y conseguir vivir aventuras que no viviré. Me gusta no tener pensar qué hacer. No pensar en horarios, ni presiones, ni obligaciones. Me gusta detenerme. Me gusta observar y me gusta cerrar los ojos. Me gusta tener tiempo para imaginar mil historias donde desearía ser protagonista, y donde sé que nunca lo seré.
En conclusión, me gusta tener tiempo para dedicarme un poco a mí.


24/1/11

El camino se bifurca.

Nuestra vida es una continua elección. Una tras otra, una tras otra...así, repitiendo el ciclo incansablemente. Cuando piensas que ya está todo solucionado, el camino se vuelve a dividir en dos y toca elegir de nuevo.
Si nos parasemos a pensar en todas las decisiones que debemos tomar nos asustaríamos.
Afortunadamente, algunas no pasan más allá de elegir si escribes con boli azul o negro. O si te pones una camiseta u otra. Tan insignificantes pueden ser que ni si quiera nos damos cuenta de que estamos eligiendo.
Sin embargo hay otras que nos consumen mucho más tiempo. Deseamos tenerlo todo, pero eso no puede ser. Por ello muchas veces tenemos que decir adiós, por mucho que nos duela.
Sí, casi siempre estamos obligados a elegir. Casi.
Y es que, a veces, surge la oportunidad y no tienes que elegir entre los dos caminos que te dan. Puedes coger un atajo, un camino alternativo, y disfrutar de todo a la vez.
Soy una inconformista. Me gustan los atajos. Pero, ¿qué le puedo yo hacer?

19/1/11

Cualquier tiempo pasado nos parece mejor.

Nos pasamos la vida deseando que pase rápidamente el tiempo para llegar a tal o cual fecha, o simplemente para pasar ese momento horrible que estás viviendo. A la vez, nos ponemos nostálgicos pensando en tiempos pasados y daríamos cualquier cosa por volver a ellos. Claramente, somos pura contradicción.
He llegado a la conclusión de que el problema es nuestra mala costumbre de hacer las cosas al revés. Sí, lo hacemos todo al contrario de como deberíamos.
Cuando estamos en nuestro presente vivimos pensando en nuestro futuro, y cuando ya hemos llegado a nuestro futuro pretendemos revivir lo que no aprovechamos en el pasado...por pensar en el futuro.
Por eso me quiero proponer un reto, y a todo el que quiera también. Quiero vivir mi PRESENTE, disfrutarlo cada instante, segundo a segundo. No quiero pensar en la semana que viene, ni en mañana, ni siquiera en lo que pasará dentro de media hora. No quiero que pase el tiempo. No quiero que todo termine. Sólo quiero centrarme en lo que estoy viviendo. Me da igual que no sea el día más maravilloso del mundo. Me da igual que sea un día de sol o de lluvia. Me da igual si tengo todo el tiempo del mundo o si estoy totalmente estresada. Me da igual, porque sé que dentro de unos meses o de unas semanas, o puede que dentro de menos, estaré recordando estos momentos y me preguntaré ¿por qué no lo hice? Y para entonces será tarde. Quiero echar la vista atrás y poder decir: estoy satisfecha con lo que he hecho. Porque por muy malo que nos parezca todo, siempre, cuando lo recordamos posteriormente, nos parece mejor a lo actual. Como dice la canción: "CUALQUIER TIEMPO PASADO NOS PARECE MEJOR..."

17/1/11

Para empezar...¿por qué escribir un blog?

¿Por qué? Quizás pueda contestar muchas cosas, o quizás ni yo lo sepa realmente. El caso es que me lo planteé hace bastante tiempo, pero al final siempre desechaba la idea por una u otra razón. Sin embargo, hace unos días volvió a asaltarme la idea de repente y dije: sí, ahora sí. Simplemente eso.
¿El por qué? Quizás porque me gusta escribir (no sé si bien o mal, pero lo hago), porque me ayuda a reflexionar y a ordenar mis pensamientos. Quizás porque me apetecía compartir mis "parrafadas cursis" (como yo las llamo) con alguien más que con mi cuaderno. Es más, puede que jamás lea alguien esto, pero da igual...me apetecía y punto.
Y es que he puesto " ¿por qué?", pero puede que sea mejor preguntarse "¿Por qué no?".
Siempre nos empeñamos en buscar el porqué...pero creo que en muchas ocasiones acertaríamos más preguntándonoslo al contrario. Seguro que así encontramos menos razones para no enfrentarnos a las cosas.
Y por último el nombre. Esto también fue algo repentino. Estuve pensándolo las otras ocasiones en que pensé lo de crear un blog. Quería que fuese original y que reflejase la idea que quiero transmitir. Se me ocurrieron varios, todos bastante parecidos. Sí, estaban bien...pero no terminaban de convencerme. Y, así, de repente, el otro día vino el nombre a mí, como si siempre hubiese estado ahí esperando: Paseo bajo las estrellas.
Muchos pensaran que no tiene nada de especial. Y puede que tengan razón, pero a mí me pareció perfecto. ¿Por qué? Porque en nuestra vida siempre vamos corriendo, sin percatarnos realmente de lo que hay a nuestro alrededor...y a veces descuidamos nuestros sueños, que aunque pueda sonar cursi, son muy importantes, pues son los que nos dan aliento. A mí me gusta detenerme de vez en cuando...y eso es lo que hago cuando escribo. Detenerse...dejar tiempo para dar un tranquilo paseo y contemplar nuestros sueños e ilusiones...que siempre siguen allí, incluso cuando giramos la vista...como las estrellas.
Y ahora yo os invito a vosotros a realizar también este paseo. No preguntéis por qué...simplemente ¿POR QUÉ NO?