Nos pasamos la vida deseando que pase rápidamente el tiempo para llegar a tal o cual fecha, o simplemente para pasar ese momento horrible que estás viviendo. A la vez, nos ponemos nostálgicos pensando en tiempos pasados y daríamos cualquier cosa por volver a ellos. Claramente, somos pura contradicción.
He llegado a la conclusión de que el problema es nuestra mala costumbre de hacer las cosas al revés. Sí, lo hacemos todo al contrario de como deberíamos.
Cuando estamos en nuestro presente vivimos pensando en nuestro futuro, y cuando ya hemos llegado a nuestro futuro pretendemos revivir lo que no aprovechamos en el pasado...por pensar en el futuro.
Por eso me quiero proponer un reto, y a todo el que quiera también. Quiero vivir mi PRESENTE, disfrutarlo cada instante, segundo a segundo. No quiero pensar en la semana que viene, ni en mañana, ni siquiera en lo que pasará dentro de media hora. No quiero que pase el tiempo. No quiero que todo termine. Sólo quiero centrarme en lo que estoy viviendo. Me da igual que no sea el día más maravilloso del mundo. Me da igual que sea un día de sol o de lluvia. Me da igual si tengo todo el tiempo del mundo o si estoy totalmente estresada. Me da igual, porque sé que dentro de unos meses o de unas semanas, o puede que dentro de menos, estaré recordando estos momentos y me preguntaré ¿por qué no lo hice? Y para entonces será tarde. Quiero echar la vista atrás y poder decir: estoy satisfecha con lo que he hecho. Porque por muy malo que nos parezca todo, siempre, cuando lo recordamos posteriormente, nos parece mejor a lo actual. Como dice la canción: "CUALQUIER TIEMPO PASADO NOS PARECE MEJOR..."
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