30/12/11

Momento de hacer balance.

Supongo que siempre por estas fechas nos disponemos inevitablemente a hacer un balance del año. Por supuesto, yo también me he parado a pensar como ha sido, y la verdad es que me he sorprendido un poco a mí misma, porque a pesar de la tormenta que está cayendo ahí fuera siento que a nivel personal ha sido un buen año. Obviamente no ha sido perfecto, siempre hay cosas que mejorar, pero lo cierto es que no puedo quejarme.
En parte ha sido un año un poco extraño, lleno de dudas y miedos por tomar decisiones incorrectas, pero puedo estar contenta porque siento que después de todo he elegido bien. Siento que he tomado el rumbo correcto después de tantos quebraderos de cabeza.
Este ha sido un año de "despedidas", sí, entre comillas, porque sé que, como se suele decir, no ha sido un adiós, sino un hasta luego.
Por otro lado también he conocido a gente nueva, gente a la que de veras me alegro de haber conocido.
Y sobre todo, este año deja millones de momentos inolvidables, de esos que sabes siempre permanecerán en tu mente por mucho que pase el tiempo. Esos que siempre te arrancan una sonrisa nostálgica.
Supongo que si este año ha sido tan especial es en gran medida a todas esas personas que han contribuido en cada pequeño recuerdo de este 2011. Así que gracias.
Sin embargo no siento pena por decir adiós a este año, sino que me siento con fuerzas y con ganas de recibir al 2012. Si algo ha hecho el 2011 es llenarme de optimismo.
De modo que lo único que puedo pedir para el próximo año es que sea al menos como este...¡que no es poco!
FELIZ 2012.

4/12/11

¿No lo entiendo...o no lo quiero entender?

Yo y mi manía de dejar volar mi imaginación. Siempre igual. Pero ahora, de pronto, me pregunto si debería pararme los pies. ¿De qué sirve imaginar tantas cosas que nunca serán verdad?
Lo cierto es que en cierta medida ya me había acostumbrado a tropezar varias veces con esa piedra. De hecho, ya lo estaba haciendo de nuevo. Ya estaba dejando volar mi imaginación una vez más.
Pero de repente he pensado que no. Que es mejor que pare porque… ¿Por qué? No lo sé. Es como si de repente hubiese sentido miedo, como si hubiese sentido que todo aquello que imaginaba es mejor que no se cumpla.
Será que me ha entrado el pánico porque de pronto no entiendo lo que está pasando. O no quiero entenderlo.
No sé. Siento que ahora mismo no sé nada, de repente han aparecido demasiadas dudas… y me pregunto si me estoy engañando a mí misma con alguna de ellas.
Creo que solo puedo esperar. Así que dejo que mi mirada se pierda más allá del horizonte a través de mi ventana, dejando que las notas de música vayan colándose en mi mente e intenten poner en orden todas las preguntas que no dejan de rondar en mi cabeza.